Cerrado por obras

...estamos remodelando y reorganizando la vida, el tiempo....Todo
Disculpen las molestias

Compresas y Tampones (introducción)

Tengo hace tiempo ya una guerra particular en contra de la basura.
Procuro cada día generar menos desechos y cada batalla se une a las anteriores con varias ramificaciones, de forma que se comuniquen entre si, como una especie de red.
Las mujeres gastamos alrededor de 10.000 compresas y/o tampones (C&T en adelante) en nuestros años de vida fertil. En muchos envases de marcas comerciales podemos leer que son biodegradables o reciclables etc... pero el caso es ¿cuánto tardan? ¿cómo se reciclan?
Lo cierto es que quitando muy contadas excepciones, nuestros desechos no se reciclan, se subciclan, es decir pasan por un proceso de transformación en el que se gastan muchísima energía y recursos para transformarlo en otro material que probablemente no podrá ser retransformado de nuevo. Así que el tema de "reciclar" determinados materiales es una serpiente que se muerde la cola.
Pues bien, la batalla ahora es con C&T, que junto con las funerarias, es el negocio redondo por motivos tan obvios que no voy a mencionarlos.
Llevo algunas semanas haciendo un estudio particular sobre el uso, los mitos y leyendas, ventajas y desventajas del uso de las C&T y como contrapunto la elección de la copa vaginal de silicona.
He comprado dicha copa en una farmacia cercana (por esto de hacer uso del comercio local) y he adquirido todas las marcas comerciales de C&T que me he ido cruzando por los comercios en mis compras de estas semanas; por último me he agenciado con los números de teléfono y direcciones de atención al cliente tanto de fabricantes como de empresas dedicadas a la recogida de C&T para su posterior reciclado. Pues bien, a partir de esto y para las siguientes entradas iré deshojando esta flor: no os preocupeis, con cada entrada de cada tema en particular agregaré links o lo que corresponda de las fuentes de las cuales he extraído la información.
Por supuesto que seré lo más objetiva posible en cuanto a mi experiencia personal con el uso de la copa de silicona, dado que esta está sometida al mismo estudio que C&T (no valla a ser que nos la metan doblada, por ecologistas)
Salut!

Los comentarios son gratis

Respetando la privacidad de haber recibido mi primer comentario a este nuevo blog por correo electrónico y no como comentario público, voy a dirigir estas líneas al plural.
No pretendo en ningún momento hacer de este pequeño espacio en la red un icono de la lucha por la “igualdad” entre hombres y mujeres. No estoy reivindicando nada, ni pretendo ser la más radical de las mujeres en la lucha por sus derechos. Esto es un diario intimo-público. Catarsis. Una vía de escape para no reventar de pura inquietud.
No voy a renegar de mis defectos (tampoco de mis virtudes) ni pretendo cambiar, modificar, transformar mi forma de comunicarme, mi sentido del humor, mis expresiones, mis dudas, mis arrebatos ETC ETC, ni voy a adherirme al comportamiento propio esperado de una feminista militante. Esto es lo que hay. Negar cualquier cosa que salga de mi, por muy poco “solidaria” con la “causa” de esas otras “mujeres de verdad” ( yo es que soy de mentira) se están “dejando el cuerpo y el ama” (como si a mi se me negase alguna)... pierdo el hilo... eso, que negar cualquier cosa por más “poco favorecedora” para “la causa feminista” es negarme a mi misma como ser humano con sus particulares circunstancias y percepciones. Y por ese aro no me apetece pasar.
Si, hay ovarios. Pero yo soy muchas cosas más que sólo eso.

La máquina perfecta

Me dijo mi psicóloga una vez que aprender a asumir las frustraciones es el paso más importante a la madurez. ¿Qué cosa más difícil, tal como está el mundo? Si hay algo que no te complace, tan simple: ¡Cámbialo por otro!
Yo que soy una masoca, terca de cuidao, decidí que aprendería a asumir y afrontar las frustraciones, elegí el camino con dificultades, ya que como decía el amigo Einstein, “estar loco es hacer siempre las mismas cosas esperando resultados diferentes” ( y yo pasé mucho tiempo a lo Homer Simpson, dándome de cabezazos contra una misma pared y cada vez soltando un “Ouch!”)
El camino ha resultado ser como un video juego, cada vez encuentro más obstáculos en él, mas a cada nivel, aparezco fortalecida. Se me hace muy duro mirar a mi alrededor y ver a otras mujeres, tantas y tan perdidas en el camino, cuando les hablo no pueden procesar lo que les digo, no es culpa suya: Cosmopolitan, Telva y La revista de Ana Rosa, Los maniquíes de Zara y la publicidad de SpecialK, se lo impiden. Son un ejército de dimensiones titánicas, están en todas partes y su labor aleccionadora empieza en los colegíos, en casa (victimas adoctrinando a sus sucesoras) con un slogan subliminal, pegadizo y cruel: Odia tu cuerpo.
Y aprender a aceptar la frustración empieza por aprender a aceptarnos, primero a nosotras tal cual como hemos venido a este mundo, aceptar nuestro maravilloso cuerpo tal cual es y dejar la tontería de querer ser todas como Paris Hilton. ¡Por Thor! ¿Qué le pasa por la cabeza a alguien que quiere ser igual a una idiota redomada? La belleza de la juventud está condenada a la transformación. Dependen de nuestra madurez los resultados.
No quiero vivir en un mundo donde existe tal indolencia con el peso terrible que supone el no alcanzar el nivel de la estética impuesta (no he dicho en ningún momento estar fuera, ni libre de esta guerra, estoy en la batalla) Leí en un libro de Bruno Munari un proverbio japonés: “es bello si es correcto” y el cuerpo, es la máquina más perfecta, compleja y funcional que conocemos, y un botón: ¡podemos sacar más cuerpos de ella! Entonces mis preguntas vienen aquí:
¿A que viene toda esta imposición absurda?
¿Quién o que saca algún beneficio de este maltrato?
No paro de pensar, cual fue el momento en el que perdimos tanto el rumbo como especie: rompemos la tierra que nos acoge y nos alimenta, nos rompemos los unos a los otros y para colmo y como si esto fuese moco de pavo ahora procuramos también autodestruirnos.
Como decía Winston: una revolución de sólo uno, no es estar loco” (1984, Orwell)

Dismenorrea

Voy a tomar mi caso personal para hacer números:
Tengo 31 años y la regla desde los 11 =
20 años de regla que son 7300 días de vida fértil.
A tres días menstruando por ciclo= 720 días...

...casi un 10%, vivido en el dolor.

Durante mucho tiempo hemos vivido bajo el yugo de falsos mitos creados alrededor de la menstruación, muchos de ellos rayando incluso en lo supersticioso. Sin ir más lejos, hace unos años, una chiquita un poco más joven que yo llegó a decirme que “eso era sangre mala y sucia que el cuerpo tenía que tirar” (sin comentarios)
Lo cierto es que la dismenorrea (menstruación dolorosa) no es ni una excusa para no asumir responsabilidades, ni una enfermedad psíquica como describía Freud.
De un treinta a un cincuenta por cien de las mujeres que habitamos en este mundo sufrimos algún grado de dismenorrea cuyos síntomas van desde el dolor ovárico y el estreñimiento o la diarrea, hasta calambres en las piernas, cefaleas severas y vómitos.
En la adolescencia mi abuela me daba infusiones de canela, que no eran de gran alivio pero si me ayudaron a odiar la canela; cerca de mis veinte años, mi por aquel entonces médico decidió tomar cartas en el asunto y pase a la medicación con ibuprofeno, que en pocos años y gracias a su composición me ha dejado estropicios en el estomago.
El caso y para ir abreviando, es que existen algunos truquillos para aliviar los síntomas que van un poco más allá de romper el cuerpo con medicamentos en esos momentos puntuales de dolor (yo he llegado a soportar dolores de cabeza insufribles en mitad de un ciclo, para reservarme la toma de analgésicos para el día de la regla) y creo no estar equivocada, una rutina de vida diseñada para aliviar los síntomas es mucho más sana física y emocionalmente que hincharnos a medicamentos, así que aquí van:

Durante todo el mes:
Cuidar la alimentación: Hay que tomar proteínas, como las que contienen las legumbres, los huevos, las carnes rojas, los pescados azules.
Disminuir los niveles de sal y grasas saturadas (ojo HAY que tomar grasas, pero las buenas)
Evitar cafeína, teína y nicotina.
Fruta, fruta y más fruta y a ser posible fruta.
Ejercicio físico: una enérgica caminata de una hora diaria, es más recomendable que tres horas en un día en el gim.

Para esos días:
El amigo chocolate ayuda con los bajones anímicos.
Repartir las comidas en varias tomas de poca cantidad, altas en fibras y líquidos y fáciles de digerir.
Evitar las bebidas alcohólicas.
A ser posible, no os quedéis en la cama, el ejercicio físico alivia, de hecho y si no hay prejuicios al respecto, el coito alivia el mal estar, relaja los músculos de la zona, libera endorfinas y despeja la tristeza.

En fin, si alguien tiene más información siempre es bienvenida. Al fin y al cabo sólo se trata de mejorar nuestra calidad de vida.